Como otra parte de la psicomotricidad, nos guataría hablar de la psicomotricidad acuática. La natación es considerada como una
actividad ideal para los más chiquitos que habitualmente están
restringidos a la cuna, los paseos en cochecito y algunos juegos. La
razón de esta propuesta es que los rasgos más valorados son la adecuada
estimulación que los bebés reciben desde el punto de vista de los
afectos, de lo emocional y de las relaciones sociales de la primera
infancia. Por eso se considera a la natación una actividad adecuada
porque respeta la evolución psicomotriz del niño en sus distintas
edades.
- Hay más facilidad para la enseñanza y aprendizaje de la natación.
- Favorece el desarrollo físico.
Los
bebés pueden ejercitar más sus músculos en el agua debido a que están
menos restringidos por la gravedad, lo cual conlleva a un incremento
paulatino en su fuerza
gracias a la actividad física dentro de la pileta, que a menudo se
manifiesta en estos pequeños, cuando los mismos desarrollan
tempranamente ciertas habilidades psicomotrices tales como gatear,
caminar, trepar, etc.La natación mejora la condición cardiovascular de
los bebés y aunque esta tiene un desarrollo mínimo en el mejoramiento de
su resistencia, la natación tiene grandes efectos benéficos.El agua
ayuda a mejorar la coordinación y el balance, forzando a los bebés a
dominar diversos movimientos dentro de este medio para mantener el
equilibrio, situación que les permite orientarse perfectamente en el
espacio.El agua a una temperatura agradable de 31ºC combinada con
ejercicios suaves, relaja los músculos, estimula su apetito, y por lo
general comen y duermen mejor, siendo en consecuencia, niños con mejor
carácter y comportamiento.
- Favorece el desarrollo social.
Para su bebé el instructor no será una autoridad, sino un amigo con quien se podrá comunicar fácilmente.
La
convivencia en la pileta con otros niños le ayudan a relacionarse
mejor, además de que aprende a compartir y realizar actividades junto a
otras personas.El niño adquiere mas confianza para comunicarse y
desarrollarse en grupo, ya que estará en constante contacto con
instructores y niños.
- A nadar se aprende jugando.
Los beneficios de la natación para bebés son innumerables y trascienden la natación. Desde el punto de vista social, es la primera propuesta sistemática que recibe, donde interviene un maestro y hay padres que comparten la misma, aunque sea el lugar físico. El beneficio desde el ángulo psicomotriz, es que el agua da posibilidades de movimiento que no proporciona el ámbito terrestre. Esto hace que el bebé experimente un sin número de experiencias que enriquecerán sensiblemente motricidad. Desde el punto de vista fisiológico favorece el acrecentamiento del aparato cardio- respiratorio y colabora en el desarrollo del aparato ósteo-muscular. Por último desde el aspecto psicológico, el niño aprende a conocer el agua, un medio que le es habitual. El dominio paulatino de este nuevo ámbito le va dando seguridad e independencia, pero una independencia responsable que le va ayudando a adquirir una cabal noción de sus posibilidades y limitaciones.
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